Cálculo Estructural ¿Cómo elegir a un profesional?

Muchos son los aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de encomendar un trabajo profesional cualquiera sea la disciplina. Pero también es cierto que muchos de ellos no son tenidos en cuenta, ya sea por cuestiones económicas o por falta de conocimiento en un campo determinado.

En cuanto al cálculo estructural ocurre lo mismo.

Los objetivos principales de un proyecto estructural son:

• Elaborar proyectos con el mínimo costo atendiendo las condiciones mínimas de seguridad que exigen reglamentos nacionales e internacionales.

• Reducir costos durante la ejecución de la obra. Ya sea por costos de materiales, costos de mano de obra o por la elección y logística de los sistemas constructivos a emplear, dado que para grandes proyectos el proceso constructivo y el diseño estructural no pueden considerarse por separado.

• Y por último reducir costos de mantenimiento. Para los nuevos reglamentos el concepto de “durabilidad” de las estructuras toma un rol fundamental. No solo importan los proyectos durante su construcción sino también durante su mantenimiento, dado que desde la etapa de proyecto los costos asociados pueden reducirse enormemente.

El primer aspecto a tener en cuenta es la experiencia de los profesionales dado que el haber lidiado con proyectos de semejante envergadura aumenta las posibilidades de haber superado desafíos parecidos. Este hecho favorece a un trabajo mas fluido y con soluciones ya probadas por la experiencia.

Por otro lado cabe destacar que el ámbito del cálculo estructural como tal es una especialidad en sí misma. Y es importante recurrir a un especialista que se encuentre al día con las reglamentaciones vigentes, las nuevas tecnologías y esté al tanto del advenimiento de nuevos materiales y tendencias.

La industria de la construcción es un organismo vivo, en pleno cambio y constante evolución, cuyo objetivo es favorecer a la economía y aumentar la seguridad.

“Mantenernos actualizados no es un lujo, es una necesidad”

También es importante analizar la modalidad de trabajo del profesional o del equipo de profesionales. Si utilizan software de diseño y/o cálculo de estructuras, con que normativas trabajan para los distintos materiales, formas y plazos de presentación de los trabajos, entre otras aspectos.

El ámbito del cálculo estructural ha avanzado mucho y por ende han aparecido muchas herramientas de cálculo, muy poderosas, pero jamás debe perderse de vista que es el profesional quien concibe, critica y valida el proyecto. Con lo cual confiar en herramientas informáticas de cálculo sin el análisis exhaustivo es un error conceptual. Este hecho puede traer como consecuencia gastos innecesarios de materiales o deficiencias en la seguridad de la obra. En estos casos es cuando aplica la frase “lo barato sale caro”.

“El ingeniero se encuentra detrás del teclado”

Con todo lo expresado anteriormente, lo que se pretende destacar es que pagar por un cálculo estructural (también aplica para proyectos) no es solo pagar por una plano, sino por toda la experiencia y los conocimientos utilizados para llegar a ese resultado.

A modo de cierre comparto una moraleja conocida:

Había una vez un ingeniero que fue llamado a arreglar una computadora de la que dependía gran parte del proceso productivo de una importante fábrica. Sentado frente a la pantalla, oprimió unas cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuró algo para sí mismo y apagó el aparato. Procedió a sacar un pequeño destornillador de su bolsillo y dio vuelta y media a un minúsculo tornillo. Entonces encendió de nuevo la computadora y comprobó que estaba trabajando perfectamente. El presidente de la compañía se mostró encantado y se ofreció a pagar la cuenta en el acto. - ”¿Cuánto le debo? “-preguntó. - “Son mil euros, si me hace el favor.” - “¿Mil euros? ¿Mil euros por unos momentos de trabajo? ¿Mil euros por apretar un simple tornillito? - ¡Ya sé que mi computadora es una parte fundamental de mi proceso productivo, pero mil euros es una cantidad disparatada! - La pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que la justifique.” El ingeniero asintió con la cabeza y se fue. A la mañana siguiente, el presidente recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza y procedió a pagarla en el acto. La factura decía: 

Detalle de servicios prestados:
1. Apretar un tornillo .................... 1 euro      
2. Saber qué tornillo apretar ..............999 euros 

El objetivo del ingeniero es minimizar los costos para resolver un problema con un nivel de seguridad aceptable. Y todo ello con la mayor simpleza posible.

Es importante aprender a hacer valer los conocimientos. Y cobrar por lo que uno sabe, no por lo que uno hace.

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Ivan Edsberg. Ing. Civil.

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